El cosplay es una de las experiencias más esperadas en cualquier convención de animé, y nuestro evento no fue la excepción. Decenas de fanáticos se lucieron con trajes que iban desde los clásicos personajes de Naruto y One Piece hasta nuevas tendencias como Demon Slayer y Jujutsu Kaisen. La creatividad y dedicación de los cosplayers dejaron a todos los asistentes impresionados, demostrando que este arte es mucho más que un hobby: es una forma de expresión cultural.
Además de las presentaciones individuales, se realizaron concursos que premiaron no solo la fidelidad de los trajes, sino también la interpretación de los personajes. Esto permitió que tanto principiantes como expertos tuvieran su espacio en el escenario, fortaleciendo la comunidad y motivando a más personas a participar en futuras ediciones.
El ambiente fue festivo y familiar, con fotógrafos aficionados y profesionales capturando cada detalle. Sin duda, el cosplay sigue siendo el corazón de cualquier evento otaku, y en esta ocasión brilló más que nunca.